Estábamos un día cada uno viviendo la vida por su lado, sin imaginar que un día todo iba a cambiar… no fue hasta ese día que nos encontramos sin buscarnos, de esas (benditas) casualidades que no son casualidades, me entienden??
Esa noche perfecta en que te invitan a una reunión casual, nada planeado, nada formal y ahí estábamos esa noche, nos vimos, nos saludamos, cruzamos un par de palabras (nada en concreto) y aunque debemos de confesar que no fue amor a primera vista, nos bastó vernos solo un par de veces más y conversar largo y tendido una sola vez para darnos cuenta que éramos el uno para el otro… y el tiempo (corto, por cierto) hizo el resto!! Fue fácil enamorarnos, fue como magia, nos dimos cuenta que los dos buscábamos lo mismo, soñábamos con lo mismo y que nuestras metas de vida eran las mismas!!